¡Hola! ¿llegaste aquí por casualidad o buscando otra cosa? Eso es una serendipia. Espero que te enamores y que nos sigamos encontrando.

La ogra maestra es un cuento sobre dificultades de aprendizaje. Concretamente nos habla de la dislexia. Este cuento nos relata los sentimientos de esta pequeña ogra, nos habla de la superación personal y de la necesidad e importancia de encontrar nuestras fortalezas, de creer en nosotros mismos y de encontrar una motivación interna para ser mejores, sin comparaciones, y sin más expectativas que las propias. Pero no solamente eso, cuando decidí publicar este cuento intentaba explicar los sentimientos de este personaje en relación a la dislexia, pero hoy comprendo que el cuento va más allá de eso.

Mis experiencias con la dislexia están plasmadas en este cuento, la soledad, la incomprensión del profesorado, la falta de apoyo en general, las críticas y los tu eres torpes que todavía resuenan en mi cabeza. Debido a todo esto hay una herida en mí desde que soy pequeña que a día de hoy todavía se abre y sangra. Ha creado una falta de confianza en mis posibilidades que solo con amor se sana, y es justo eso lo que dice el cuento. Es justo la palabra que encuentra la ogra maestra: AMOR. Esta herida se llama incomprensión y soledad, una falta de un adulto que me tomase de la mano y me dijera “tranquila yo estoy aquí” y me abrazase.  Esa falta dura hasta hoy y me doy cuenta que ya no es de un adulto, soy yo la que no me escucho mi cuerpo. Soy yo la que tengo que abrazarme y decirme: tranquila, yo estoy aquí, estas aquí.

Una parte fundamental del cuento es que Ari, la ogra maestra guarda todos los “no puedes recibidos” como piedras, y las va acumulando hasta que se hace difícil caminar con todas ellas. A pesar de haberlo expuesto en el cuento y de haberme sanado en parte, sigue existiendo una parte en mi cabeza que dice que “no puedes”, que consigue sabotearme y me tira del bote sin salvavidas. Este cuento vino a decirme algo importante, que a pesar del tiempo a mí me cuesta leer, y no es por la dislexia…y es que el amor propio es fundamental para caminar en la vida, que lo ideal es hacerlo en compañía de adultos que te protejan, pero si eso no se da siempre nos tenemos a nosotros mismos para darnos el cariño que nos falta, que podemos ser nosotros mismos quienes nos salvamos y que la compasión por uno mismo es el camino para sanar una herida tan grande como la mía.

Este cuento nos enseña a docentes y padres/madres que en la educación nuestra función debe ser de mentor/a y guía. El guía debe querer sinceramente a quien conduce y si no lo quiere naturalmente, debe aprender a quererlo.

Quien es querido se siente más seguro y su capacidad de enfrentar la tarea es superior. Por tanto, la educación emocional marca la diferencia. Esta permite el desarrollo de una buena gestión emocional y resiliencia ante situaciones difíciles.

Esta historia demuestra que los verdaderos cambios provienen de dentro, el lugar donde se produce la verdadera revolución, la del amor propio, la del respeto a uno mismo y con ello a todo lo demás, atendiendo de esta forma al movimiento del potencial humano.

Su historia vivida en primera persona, ¡a esta ogrita se le escapaban las letritas!,¡ volaban y  bailaban!, pero a pesar de ello demuestra que con fortaleza, empeño y mucho AMOR todo es posible. Esta ogrita tiene una historia muy bonita que contar, a todos, familia, padres y madres e hijos/as, profesionales de la educación y alumnos/as

Próximamente saldrá disponible en Amazon una nueva edición. En ella vais a encontrar preguntas de comprensión, las emociones que siente esta pequeña ogra y estrategias para trabajar con los más pequeños estas emociones. ¡Espero que os guste!

¡Feliz domingo!

Lola Maestra

PD: os dejo la portada y contraportada de la nueva edición de Ari, la ogra maestra.